domingo, 31 de mayo de 2009

Sordera y anomalias del oido externo



SORDERA Y ANOMALIAS DEL OIDO EXTERNO

La sordera congénita, acompañada generalmente de mudez, puede ser causada por el desarrollo anormal del laberinto membranoso y del óseo, así como por malformaciones de los huesecillos del oído y el tímpano. En los casos más graves hay agenesia completa de la caja del tímpano y del conducto auditivo externo.
La mayor parte de las formas de sordera congénitas se deben a factores genéticos, pero los factores ambientales también pueden afectar el desarrollo normal del oído interno y del medio. El virus de la rubeola, afecta al embrión entre la séptima y la octava semana del desarrollo, puede lesionar gravemente el órgano de Corti. Se ha sugerido que la poliomielitis, la eritroblastosis fetal, la diabetes, el hipotiroidismo y la toxoplasmosis pueden causar así mismo sordera congénita.
Son comunes los defectos del oído externo, que comprenden anomalías menores y mayores. Tienen importancia desde el punto de vista del daño psicológico y emocional que pueden ocasionar y por el hecho que a menudo están asociadas con otras anomalías. En consecuencia, sirven como indicio para examinar cuidadosamente al recién nacido en busca de otras alteraciones. Al respecto, todos los síndromes cromosómicos frecuentes y la mayor parte de los menos comunes tienen anomalías del pabellón de la oreja como una de sus características.
Los apéndices y las fositas preauriculares son acrocordones y de presiones poco profundas, respectivamente, que se observan por delante de la oreja. Las fositas pueden representar el desarrollo anormal de los promontorios auriculares, mientras que los apéndices pueden deberse a la presencia de promontorios accesorios. Lo mismo que otros defectos del oído externo, también están asociados con otras anomalías.
























































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